viernes, 11 de noviembre de 2011

Conversando sobre "Malinche"

Ayer dimos por terminada la lectura de "Malinche" de Laura Esquivel.

No hemos tenido un ritmo homogéneo de lectura, pero hemos finalizado en tres semanas. La conclusión general es que es un libro ameno, pero no es una lectura imprescindible. Sentimos, como lectores españoles, que la autora considera que uno lee el libro conociendo al personaje histórico, de modo que no ofrece realmente muchos datos sobre el entorno sociocultural de la protagonista, centrándose más en la religión y en la espiritualidad mexica.

Uno de nuestros contertulios, Juan Carlos, hace una observación que a los demás nos parece muy acertada. este es un libro que se escribe de dentro hacia afuera.

Elvira y Quini resaltan un déficit narrativo en la continuación de los acontecimientos, tanto dentro el pensamiento de la protagonista, como en la continuación de la trama. Sucede esto en varias partes del libro, pero es sobre todo en la continuación de la narración de la matanza de Cholula, cuando más sentimos ese vacío, ese salto vertiginoso en lo que deberían haber sido las relaciones de la protagonista con Hernan Cortes, tras los hechos.

Ipe comenta su impresión de que la autora quiere salvar a la protagonista de la leyenda negra que se ha cernido sobre ella a lo largo de los siglos, como traído a su patria original, pero que a su juicio se excede en la modernización de su pensamiento. Indudablemente nos quiere dar a entender que Malinallie era una mujer intelectualmente sobe dotada, capaz de conservar en el registro consciente recuerdos de sus primeros cuatro años de vida... cosa harto difícil para el común de los humanos.

En fin, que hemos aprendido mucho sobre la figura de Quetzalcóatl, seguramente de un modo que nos asegura ese conocimiento más que si hubiéramos leído un artículo o un ensayo sobre ello, y es la parte que más nos reconcilia con la lectura.

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